martes, 24 de febrero de 2009

El Arte en Tiempos de Crisis Económica (Publicado en la Tercera On Line)

La crisis económica afecta todos los estamentos de nuestra sociedad. Desde el empleo hasta las inversiones en la bolsa, todos nos vemos perjudicados directa o indirectamente. Y el arte como manifestación realizada por el hombre, no está excluido de esta situación.

Ya hemos visto en las noticias que la crisis ha afectado las temporadas de importantes teatros de ópera europeos, debido a que se han visto en la obligación de cancelar obras demasiado costosas para la coyuntura actual. También han disminuido las ventas en exposiciones, galerías de arte, etc. En nuestro país, durante el año pasado partir de septiembre se produjo una baja en la asistencia a las salas de teatro, disminuyendo casi en un cincuenta por ciento, lo que ha obligado a bajar los precios de las entradas para tratar de paliar los efectos, ya que en estos tiempos en los que hay que apretarse el cinturón, lo primero que se ve afectado son los gastos destinados a necesidades “secundarias”.

¿Cuántas obras no veremos? ¿Cuántas temporadas de conciertos verán afectada su programación? ¿Cuántas muestras tendrán que postergarse hasta la llegada de mejores tiempos? ¿Cuántas obras destinadas a lugares de escasos recursos tendrán que ser suspendidas por falta de financiamiento?

Por lo tanto, todos saldremos perjudicados: público, artistas, gestores y corporaciones. Pero saldremos perjudicados si no somos capaces de adaptarnos a este nuevo escenario. Un buen ejemplo fue Santiago a Mil, que bajó sus precios ofreciendo abonos y entradas más económicas que permitieron tener un número de público más que aceptable; y que por otro lado no dejó de realizar obras en gratuitas en lugares que así lo ameritaban. Por lo tanto todos necesitamos colaborar en el proceso, reevaluando nuestras expectativas, permitiendo y poniendo como principal fin la realización de la obra, más que el rendimiento económico que obtendremos de la misma, que es importante, pero no el principal motor.

Porque si los analistas económicas aciertan, la crisis no será corta, lo que nos dará tiempo para pensar a largo plazo. Por un lado podemos pensar en políticas que puedan incentivar un mayor incentivo tributario para donaciones de parte de las empresas, focalizando en sectores que no pueden combinar el gasto de primera necesidad con el que destinan al arte. También los artistas pueden enfatizar como fin la realización de la obra, disminuyendo sus expectativas económicas. Y el público puede, aunque sea difícil, no abandonar el arte a la primera, sino que puede reconocer en él una satisfacción distinta pero igualmente necesaria, ya que no sólo de pan vive el hombre.

Porque de esta manera no se privará a gente de tener acceso a obras de arte, y evitaremos especialmente que los sectores de menos ingresos tengan que soportar un crisis que no sólo los afectará desde el punto de vista económico, sino que también en los aspectos que el arte puede enriquecer: el espiritual, el cultural y el de entretenimiento.

Publicado en La Tercera Online:

http://blog.latercera.com/blog/nemilfork/entry/el_arte_en_tiempos_de