miércoles, 18 de agosto de 2010

Universidades y carreras artísticas (Publicado en La Tercera On Line)

Durante el último tiempo el tema de la enseñanza superior ha ido entrando paulatinamente en el debate público. El rol, el financiamiento, la diferencia entre públicas o privadas, son elementos que cada día fomentan las diversas visiones sobre el papel que desempeñan las distintas universidades en el país. Bajo este mismo punto, la enseñanza de disciplinas artísticas de pregrado cobra importancia en la medida que se convierte en un elemento diferenciador importante y que nos puede ayudar a entender la visión de universidad que muchos buscan.



Si uno observa las distintas universidades se puede apreciar que la presencia de Facultades de Arte no es un denominador común en todas éstas. ¿Qué características presenta la existencia de una facultad de este tipo? Un aspecto fundamental es el carácter deficitario de las carreras artísticas, en el sentido que son difícilmente financiables con las matrículas de los alumnos. ¿Por qué? Esto se debe a que la relación de alumnos y profesores es desfavorable debido a que es una carrera de alta especialización y con cursos pequeños, muchas veces individuales, lo que determina que los alumnos sean pocos y los profesores muchos, comparados con las proporciones presentes en carreras como ingeniería, medicina, etc. Esto constituye un primer cortapiso en la implementación de un carrera de este tipo. Una segunda razón está en el equipamiento costoso que se necesita para desarrollar correctamente disciplinas artísticas: talleres, instrumentos, salas acústicamente construidas, etc. De esto se desprende que las universidades que deciden tener facultades de arte, lo hacen por razones que van más allá de la retribución económica inmediata.



Un punto intermedio, son las universidades que tienen pedagogías o licenciaturas en especialidades artísticas. Si bien no apuntan a formar “artistas”, sí deciden impartir carreras afines, que les permiten subsistir con el número de alumnos respectivos, y mantener presente disciplinas que entregan un carisma distinto a la institución. E incluso tienden a apuntar en un futuro a implementar carreras artísticas propiamente tal.



Quizás la razón de tener facultades de arte, va en relación con las visiones de sociedad y hombre que tienen las distintas instituciones presentes en nuestro país. Además de las universidades tradicionales como la Universidad de Chile, la Universidad Católica, La Universidad Austral, La Universidad Católica de Valparaíso, no es casualidad que instituciones como la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad de Los Andes, entreguen dentro de su oferta la posibilidad de estudiar disciplinas relacionadas con el arte y las humanidades, sobre todo en el área de la filosofía. Ambas son universidades que en su proyecto e inspiración fundamental poseen marcadas visiones del hombre y la sociedad. Porque de una u otra manera el arte, la creación y las humanidades son prácticas, que tienden a definirnos como seres humanos, y que terminan influenciando e inspirando disciplinas más duras. La economía tiene elementos de visión filosófica importantes que definen cierta caminos a seguir; el diseño y la arquitectura toman prestados de las artes visuales muchas ideas de con las cuales construyen sus obras; la publicidad ha sido la manera en la que el mercado ha utilizado la música y las artes en general, como medio de comunicación con el fin de querer transmitir una idea.



Si uno observa los rankings de las mejores universidades del mundo podrá apreciar que aquellas que ocupan los primeros lugares, también son primeras en la enseñanza de las artes y las humanidades. Harvard, Yale, Stanford, Berkeley, etc., tienen departamentos de música y de artes importantes, que además de impartir carreras, nutren de cursos al resto de los estudiantes. Esto marca diferencias con nuestras instituciones y de alguna manera proponen un camino a seguir con el fin de alcanzar niveles de desarrollo más altos. En el fondo entregan una visión más completa sobre cómo debe ser encarada la enseñanza superior. De esta manera nuestro futuros profesionales saldrán de verdaderas universidades donde el concepto de universo no alcance solo criterios cuantitativos sino que también cualitativos en torno a la posibilidad del aprendizaje de distintas disciplinas durante la formación, siendo quizás las artes, una práctica económicamente deficitaria, pero si my necesaria en la formación de la sensibilidad de los individuos.

Publicado en La Tercera Online:

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